Historia
Sociedad de Ortodoncia de Chile «Una parte de la historia»


Son 80 años… Sí, «ochenta», leyó bien.

Desde 1942, nuestra sociedad (la primera sociedad de especialidad del ámbito odontológico de nuestro país), ha venido y sigue construyendo un camino con cientos de momentos, historias, anécdotas.

En estos 80 años, simplemente ha pasado de todo. Rememorar algunas de las anécdotas, para adentrarnos en «una parte de la historia», sin dudas es una experiencia digna de leer:

«Cuando me incorporé a la Sociedad de Ortodoncia en el año 1962, el grupo de especialistas que había en el país era francamente pequeño. No sé si me aventuro en decir que habría tal vez 40 o 50 ortodoncistas que oficiaban como tales«, relata el Dr. Jaime Koifman, presidente de nuestra sociedad en el periodo 1975 y 1980. “Básicamente – continúa- quienes formaban la sociedad eran los miembros de las universidades que impartían la especialidad (Universidad de Chile, Universidad de Valparaíso y Universidad de Concepción)«.

De las palabras de Dr. Koifman, podemos deducir que la Sociedad de Ortodoncia de Chile era bastante pequeña en la década del 60 y así mismo, sus actividades no eran muy reconocidas en el ámbito general. Pero era la primera sociedad de especialidad del ámbito odontológico de nuestro país y eso… ¡no es algo menor!

«Junto a algunos miembros y docentes que conformaban esta incipiente SORTCH, de a poco» – continúa Koifman- «comenzamos a trabajar para aumentar el número de reuniones científicas, con lo que se nos hizo imperioso contar con una sede social, donde se pudieran impartir cursos de especializaciones y mejoramiento profesional«.

Con el objeto de poder trabajar con tranquilidad por el futuro de esta especialidad, recuerda Dr. Koifman “en el año 1978, adquirimos nuestro primer bien raíz: una propiedad situada en la segunda cuadra de la calle Santa Rosa. Recordemos que, en aquella época, la mayor parte de las actividades se realizaban en el centro de la ciudad”.

Así fue, como en un segundo piso de un edificio relativamente moderno (Santa Rosa 244), se implementó un auditorio para 100 personas, un taller en donde se desarrollaban cursos de perfeccionamiento, por supuesto las actividades propias de una sociedad científica y una incipiente biblioteca con el material disponible hasta ese momento. “Es importante resaltar que, en aquellos años, si bien, nuestra sociedad ya contaba con algunos fondos, fuimos 90 los socios quienes -con una cuota extraordinaria- aportamos el capital para construir nuestra sede», finaliza.

“Imagínate de lo que significó para nosotros que la Sociedad de Ortodoncia inaugurara su propia sede”, cuenta el destacado especialista, Dr. Jorge Ayala: “fue una cosa casi increíble. Era como vestir de pantalón largo – como se decía antiguamente- a la Sociedad de Ortodoncia. Con empuje y con la visión de nuestros maestros, los visionarios, se logró eso tan importante, que tenemos hasta el día de hoy.

Para el Dr. Jorge Ayala, Past President de nuestra sociedad (entre 1987 y 1990) “en nuestro país ha habido reales visionarios que han contribuido definitivamente al desarrollo de la especialidad (…) Cuando uno empieza a nombrar personas, comete a veces la injusticia de olvidarse de algunos. Yo creo que, si pudiera nombrar uno, que realmente le dio un impulso a la especialidad, realmente importante, es el Dr. Jaime Koifman. No solamente al estatus de la sociedad, sino que también al contacto de nuestra sociedad con una cantidad de destacados especialistas a nivel mundial que fueron traídos a los congresos nacionales e internacionales organizados en nuestro país”.

En septiembre de 1977, y también bajo la presidencia del Dr. Koifman, se desarrollaron las Primeras Jornadas Nacionales de Ortodoncia de Chile, actividad que marcaría un hito para nuestra sociedad. Así lo relata el Dr. Koifman: «Consideramos que era oportuno intentar reunir a los ortodoncistas del país para realizar actividades de conjunto. Ese año, ya existía una especie de «subsede» en Valparaíso y otra en Concepción (que se convirtieron en filiales posteriormente). Además, existía ya un número mayor de especialistas en distintas regiones a quienes queríamos entregar el conocimiento actualizado en ese momento. La verdad es que sentimos que nos quedaba grande el nombre de Congreso Internacional, por eso decidimos bautizarlas como las Primeras Jornadas Nacionales de Ortodoncia de Chile, las que desarrollaron en el Estadio Palestino y que fueron el punto de partida para los demás congresos que se han ido realizando periódicamente”.

El Dr. Ricardo Voss, destacado especialista de la 5° región, confiesa que “una vez que se abrió Chile al mundo (después de los álgidos años 70), empezaron a llegar a Chile todos los grandes de la ortodoncia mundial y se empezó a diseminar una gran cantidad de técnicas y filosofías. Llegaron a nuestro país los grandes maestros Ricketts Burstone, Andrews, Roth y Trevisi sólo por citar algunos. Esto hizo que muchos ortodoncistas -entre los cuales me incluyo- empezaran a trabajar con las diferentes técnicas llegando un momento en que nuestros pacientes tenían como tratamiento diferentes técnicas (y por lo tanto diferentes tipos de brackets) lo cual provocaba una cierta confusión, en el desarrollo de los ortodoncistas chilenos”.

Así lo recuerda también la Dra. Anka Sapunar, quien sostiene que “como fuimos formados en ortopedia dentomaxilar con el uso de aparatos removibles, técnica Edgewise, técnica de Ricketts y otras técnicas de aparatología fija, los diagnósticos se hacían con múltiples cefalogramas que muchas veces daban resultados distintos; ¡unos decían que el paciente era clase I y otros que era clase II, en un mismo paciente! Afortunadamente logramos aunar criterios, siempre pensando en el bien de nuestros pacientes”.

Creo que el gran impulso al espectacular desarrollo que ha tenido la ortodoncia en Chile, lo dieron esa gran cantidad de profesores extranjeros que vinieron a enseñarnos diversas filosofías y técnicas: y con lo cual lograron mejorar el arsenal terapéutico de todos nosotros”, puntualiza el Dr. Voss.

Dr. Voss, recuerda que “en el año 1980, nos tocó organizar el segundo congreso chileno De Ortodoncia en Viña del Mar, el cual fue presidido por el profesor Zuazola (encontrándome yo en el equipo organizador). Fue un periodo de cerca de seis meses en la planificación de ese magno congreso que resultó extraordinariamente bien. Este buen resultado fue -indudablemente- producto del trabajo en equipo y de la unión de los grupos de las regiones en conjunto con la Sociedad de Ortodoncia central”.

En Concepción, éramos un grupo pequeño de 10 o 12 personas”, recuerda el Dr. Raúl Escobar, actual presidente de la filial Concepción de nuestra Sociedad. El Dr. Escobar explica que “sin tener mayores conocimientos, nos unía la especialidad. Todos queríamos y respetábamos a la ortodoncia. Siempre bajo el alero de la Cátedra de Ortodoncia de la Universidad de Concepción, teníamos ganas de reunirnos, de compartir el conocimiento y aprender”.

Fue en el 3er Congreso Internacional Concepción, realizado en abril de 1983, donde oficializamos nuestra filial, como señalé antes siempre recibiendo el apoyo de la directiva nacional. Junto a nuestro primer presidente, el Dr. Eduardo Solano, a quienes nos apasionaba la ortodoncia, formamos un grupo que se mantiene unido hasta hoy.

Un hito importante para la ortodoncia en nuestro país, fue, ha sido y ciertamente seguirá siendo el vínculo colaborativo internacional con entidades, especialistas de la región y referentes de mundiales.

Dr. Koifman, recuerda que: “hemos tenido una relación verdaderamente enriquecedora con nuestros países vecinos, que en un comienzo tenían un desarrollo en la materia mayor que el nuestro. Comenzamos intercambios científicos -por ejemplo- con Argentina y Brasil, invitando a sus más destacados docentes a dictar cursos y conferencias en nuestro país”.

Sin ir más lejos, es importante destacar la generosidad y buena disposición del «Grupo de Arco de Canto» de Buenos Aires (Argentina), dirigido en ese entonces por el Dr. José Carlos Elgoyhen. “Dada la excelente relación que manteníamos”- explica Dr. Koifman- “accedieron a entregarnos un curso de formación de duración 3 años, principalmente a docentes y especialistas de la Universidad de Chile, Universidad de Valparaíso y Universidad de Concepción”.

Nosotros habíamos visto el aparato Arco Recto a través de un especialista chileno que se formó en Alemania, el Dr. Werner Burtag. Él, en una breve estadía en nuestro país compartió su conocimiento, entregándonos las herramientas para posteriormente inmiscuirnos más en el tema”, recuerda el Dr. Ayala, quien manifiesta que “la explosión del “arco recto” en Chile fue bastante curioso, pues se generó en un momento económico muy difícil, considerando además que era un sistema mucho más caro que el aparato tradicional”.

Dr. Ricardo Voss, recuerda que “fue una época de difícil aprendizaje, ya que en esos años no existían los brackets de adhesión directa como hoy día, sino que había que construir bandas en todos los dientes y tampoco disponíamos de los modernos alambres de ahora, sino que trabajamos con acero con todas las dificultades que estos tenían para hacer los dobleces de los “loop” que nos enseñaba Jaraback”.

La Dra. Sapunar reconoce que “estábamos frustrados en la búsqueda del conocimiento, razón por la cual Jorge (Ayala) hizo varios cursos en el extranjero buscando respuestas. En esta búsqueda, conocimos la Filosofía Roth Williams, que nos enseñó a estudiar los casos para llegar a un diagnóstico y un plan de tratamiento adecuados basándonos en los objetivos de tratamiento con criterios medibles por todos conocidos hoy en día; estética facial, dentaria, salud articular, oclusión funcional, relación céntrica igual a oclusión céntrica, salud periodontal, vía aérea, estabilidad en el tiempo y requerimientos del paciente”.

La Dra. Sapunar, complementa que “esta filosofía era lo que tanto buscábamos, pues dio respuesta a nuestras necesidades, y comenzamos a obtener resultados que nos hacían sentir orgullosos”.

Durante finales de la década de los 80´, y bajo la presidencia del Dr. Jorge Ayala, los doctores Roth y Williams vinieron a Chile invitados por la Sociedad de Ortodoncia. Posteriormente – recuerda la Dra. Sapunar “compartimos este conocimiento mediante cursos de educación continua que dictábamos con el Dr. Roth, Dr. Williams, Jorge y yo”.

Con la Filosofía Roth se lograban los objetivos de tratamiento”- argumenta Dr. Ayala- “razón por la cual esta filosofía comenzó a ocupar los primeros lugares de la ortodoncia chilena. Aún en el mundo y principalmente en Chile, existe un número importante de profesionales que basan sus prácticas clínicas en esta filosofía”, concluye.

Por su parte, el Dr. Voss menciona que “me involucré 100% en la técnica MBT enseñada en Chile por el profesor Trevisi (y a través de una docena de cursos a las cuales tuve la oportunidad de asistir en Brasil en la clínica del doctor Trevisi). En mi desarrollo personal, finalmente abracé la filosofía MBT en conjunto con la filosofía Meaw. Tuve la gran oportunidad de estudiar en Boston con el profesor Kim y en Japón con el profesor Sato, descubriendo una modalidad de tratamiento totalmente revolucionaria y que nos ha permitido tratar infinidad de pacientes sin recurrir a la cirugía maxilofacial”.

Bajo la presidencia del Dr. Jorge Pavic, nuestra Sociedad propuso y fue principal gestora de llevar la especialidad a distintas regiones de nuestro país.

A través de los Dentistas en Etapa de Formación (EDF), propusimos llevar especialistas a hospitales de regiones, con el fin de entregar atención de especialidad en todos los rincones de Chile”, recuerda Dr. Pavic. “En aquella época nuestra SORTCH contaba con un prestigio internacional, por su calidad docente y organizativa. Se habían desarrollado varios congresos que marcaron una historia en Latinoamérica. Sin embargo, nuestra especialidad se realizaba principalmente en Santiago, Valparaíso y Concepción, que era donde se encontraban las universidades (…) Entonces propusimos a nivel de Colegio de Dentistas y luego a nivel ministerial, llevar la ortodoncia a las distintas regiones, algo que funcionó y permitió el acceso a la ortodoncia a miles de personas, ya que ahora los pacientes no tendrían que viajar a Santiago para atenderse, sino que podrían hacerlo en los hospitales de su región”.

Congresos, Jornadas, Cursos “Ciencia y Camaradería”
En aquella época donde no existía internet lograr organizar cursos y congresos, sin duda fue más complicado que en el presente. En ese entonces, comenta Dr. Ayala “no contábamos con todos los avances comunicacionales que hoy en día tenemos disponibles, por lo que lograr convocatorias era una ardua tarea”.

Así lo recuerda la Dra. Sapunar: “lográbamos hacer cursos y congresos, no tantos como existen hoy en día y con menos asistencia de especialistas y estudiantes de postgrado, ya que éramos menos especialistas y muy pocos alumnos de postgrado (…) Recuerdo que mandábamos cartas por correo, fax o teléfono para invitar a los expositores, lo que tomaba muchísimo tiempo. Esta era la razón por la cual los cursos y congresos se organizaban con una antelación de 2 años”, explica (…) “Las cartas de invitación que enviábamos se demoraban días e incluso semanas en llegar a destino al doctor invitado, y luego debíamos esperar semanas que llegara la respuesta a dicha invitación. Mas rápido era el teléfono, pero se hacía más complicado por el tiempo que se requería ubicar a los profesionales según su huso horario y el nuestro”, puntualiza.

Y a pesar de las dificultades en comunicaciones, que nos brindaba la “vida sin Internet”, nuestra Sociedad -sin dudas- ha logrado marcar pauta y ser un referente en cuanto a la organización de actividades científicas. Nuestros congresos se consolidaron como punto de encuentro de los ortodoncistas de Chile y Latinoamérica, contando siempre con un programa científico del más alto nivel. Siempre contemplando la camaradería, como uno de los puntos más importantes en nuestras reuniones.

Como todos han de saber, para celebrar nuestros ochenta años, en noviembre del presente, realizaremos el XVIII Congreso Internacional de Ortodoncia, al que esperamos nos acompañen todos los especialistas, nuestros socios, docentes y alumnos.

Desde las Primeras Jornadas Nacionales de Ortodoncia de Chile, realizadas en septiembre de 1977, se han organizado 18 también, en distintos puntos de nuestro país… Al parecer, el 18 es un número especial que nos acompañará fuertemente en nuestro aniversario.

Primera Mujer Presidenta de la SORTCH
Si bien, grandes mujeres han formado parte de la enseñanza y así mismo de nuestra sociedad, a finales del 2020 y como un “hecho que marcará nuestra historia”, fue informado por parte de la Sociedad de Ortodoncia de Chile, la conclusión del proceso mediante el cual se eligió el directorio que regirá los destinos de la organización científica en el período 2021-2022, en el que resultó proclamada como su presidenta la Dra. Caterina Pruzzo, siendo la primera mujer en ocupar tan alto cargo.

Uno de los principales objetivos a la hora de conformar el equipo de trabajo, fue explicado así por la Dra. Pruzzo: “He intentado que nuestra directiva no sea tan jerárquica y sea lo más inclusiva posible, de manera que estamos trabajando con comisiones súper activas y súper eficientes. Por ejemplo, el equipo de la Dra. María Eugenia Parodi ha hecho un trabajo maravilloso con toda la parte de comunicaciones, y lo mismo la Dra. Editha Sepúlveda en la parte gremial, las relaciones con el Instituto de Salud Pública y las materias legales. En definitiva, somos una directiva -más cabezas, más ojos, más opiniones- y eso permite que se avance más y mejor”.

Dra. Pruzzo, manifestó además que “estamos en tiempos de grandes cambios y vulnerabilidad donde nuestra especialidad y el ejercicio de ésta también está siendo afectada. Por ello creo que es fundamental apoyar y guiar a nuestro Directorio, el cual ha demostrado una gran capacidad de adaptación, apertura de mente y visión a largo plazo y poder tomar decisiones correctas en el momento oportuno y que entendamos de una vez que la unión hace la fuerza”.

Desde 1942 y hasta siempre: ¡Juntos Somos Más!

¡Juntos somos Más!

Dr. Voss
Creo que las nuevas generaciones a cargo de la sociedad de ortodoncia han realizado una labor brillante y como dice el manido refrán “la unión hace la fuerza “ pienso que mientras más seamos los miembros de la sociedad ortodoncia que actuamos en conjunto, nos permitirá ir desarrollando con mayor fuerza el criterio clínico, la investigación la docencia y al mismo tiempo protegernos de la cada vez más violenta irrupción de intrusismo en la especialidad que viene de otras fuentes y que pueden llegar a ser muy malsanos.

Dr. Pavic
A mí me tocó ser presidente cuando la Sociedad cumplió sus 50 años, y es una hermosa instancia para que las nuevas generaciones sepan cómo se fue pavimentando el camino de la SORTCH. Cuando hablemos de un ¡Juntos Somos Más!, que sea de verdad… es la única forma.

Dra. Sapunar
Es muy hermoso unificar a todos los ortodoncistas sin importar su filosofía de tratamiento o los aparatos que ocupen, todo estamos juntos en la lucha por la especialidad. Hay muchas formas de tratar a los pacientes, lo importante es siempre tener los objetivos claros al diagnosticar y planificar sus tratamientos.

Dr. Ayala
Cuando somos muchos los que remamos el mismo bote, vamos a avanzar de forma más segura y rápida. La ortodoncia se ha dividido en tendencias distintas, que funcionan independientemente muchas veces, y que cuesta reunir. Me parece excelente que la sociedad tome este rol de reunir a los ortodoncistas. Yo veo que los distintos directorios de las sociedades han hecho realmente esfuerzos muy grandes por poder tomar ese rol, porque cuanto se tiene una actitud poco participativa, va desapareciendo.

Dr. Escobar
Para mí, «uno sólo y aislado no hace nada. No somos entes que viven aislados. Debemos apoyarnos los unos a los otros. ¡Juntos somos más, porque juntos podemos hacer más!

 

A nuestra Querida Clarita…

40 años exactos fueron los que Clarita Miranda, nuestra Clarita, trabajó en la Sociedad de Ortodoncia de Chile.
Desde 1977 y luego de su labor en la facultad de odontología de la Universidad de Chile, Clarita dejó el alma por la SORTCH, desempeñándose en distintas funciones, pero poniendo siempre lo mejor de sí misma. Clarita fue pilar fundamental, por ejemplo, en el desarrollo y éxito de nuestros primeros Congresos y Jornadas.

Duele, pero en ocasiones no queda más remedio que decir adiós. Unas veces nos despedimos de un amor, otras de un familiar o una amistad especial…
Decir adiós no es sencillo, y es especialmente difícil cuando la persona que se ha marchado de nuestro lado era un ser querido. Pero debemos saber decir adiós, aceptar el final y, saber continuar pese al dolor de nuestro corazón”.




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